Tras la misión de Resident Corporation, el Dragón Negro ha fracasado. Él junto a algunos de sus agentes abandonaron la civilización y el actual plano temporal para replantearse las cosas y ver qué solución darle al mundo corrompido.
Pasaron los años y descubrieron una realidad alternativa. Un mundo sin personas, alterable, con una esencia mágica extraña. Decidieron asentarse en ese nuevo mundo y empezaron a crear nuevas formas de vida con la tecnología que ya conocían de los elixires. El Dragón Negro pretendía arreglar las cosas y crear un mundo nuevo para resarcirse de sus errores en La Tierra.
Pasan los años, las décadas, los siglos. Las vidas de diferentes razas se suceden en ese nuevo mundo. Ya no quiere regresar a su mundo. Quiere quedarse allí. Pero sus agentes de Cronos le advierten de que está jugando a ser Dios, justo lo que antaño intentaba evitar.
Con el paso de tanto tiempo, El Dragón Negro se ha convertido en El Señor Oscuro. Vino al mundo como ser todopoderoso (se había tomado los Elixires) y era el “viajero de los mundos”. Se enamoró de las Tierras del Oeste y dio vida a razas humanoides, pero con el paso de los años se fue corrompiendo.
Aprendió sobre las ciencias de ese nuevo mundo. Las leyes de la física eran distintas. Había como una esencia mágica en aquel mundo. Quería apoderarse de ella, investigarla, dominarla.
Formó parte de esa nueva sociedad. Algunos le idolatraban, otros querían su muerte. Libró batallas, ganó unas y perdió otras. Mientras, su alma se iba ennegreciendo. La magia del lugar iba nublando sus recuerdos, su vida anterior. Pero el poder que iba adquiriendo era cada vez mayor.
En su día fue capturado y encerrado durante mucho tiempo. Se fue consumiendo, pero después de mucho tiempo logró escapar de su cautiverio mágico y con el paso de las edades se fue haciendo cada vez más fuerte. Aún no podía hacerse corpóreo, pero llegaría el día en que adquiriría la forma de su avatar: El Dragón Negro.
Unos pocos agentes de Cronos perduraron en la historia de esas tierras de oriente y gracias a los elixires fueron inmortales. La mayoría se desentendió de la causa del Dragón Negro y querían recuperar a su antiguo líder para volver a casa, a la Tierra.
De esta forma se creo la nueva Resistencia. Con un puñado de agentes que lograron reconectar el portal que los unía a la Tierra. Pero no podían regresar. Su alma esta ligada a la del Dragón Negro.
Sin embargo sí que podían atraer a los agentes de La Tierra. Nuevos héroes que, si se atrevían, podrían viajar a las Tierras del Oeste, crear La Compañía del Anillo del Dragón y acabar con la maldad del Dragón Negro. Liberarle de su ponzoñoso maleficio y que recobrara su razón y buen juicio. Pero no sería nada fácil.
Si la vida de los agentes estaba ligada al Señor Oscuro, la de éste estaba ligada al Anillo del Dragón. Un anillo que contenía la esencia de los elixires y de sus creaciones. Un anillo para unirlos a todos, uno para encontrarlos y atarlos en las profundidades.
Para acabar con el alma ennegrecida del Señor Oscuro y poder volver a casa necesitaban destruir ese anillo en el Monte del Destino. Pero es un camino que no podrán hacer solos y necesitarán la ayuda de las diferentes razas que pueblan las Tierras de Oeste.
– El Mago Gris –